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Paddle Board: el deporte acuático que estás buscando en Mazatlán.



Despertar y sentir la fina arena en los pies, la brisa fresca y los ligeros rayos del sol en el rostro, todo listo para empezar una nueva aventura, en esta ocasión te contaré mi experiencia practicando Paddle Board por primera vez.





De una camioneta empezamos a bajar el equipo necesario para practicar paddle board; la tabla, por supuesto, unos largos remos y chalecos salvavidas. El plan era cruzar desde Playa Gaviotas hasta la Isla Venados, un recorrido de aproximadamente 2.3 km de distancia.


Antes de iniciar la travesía el instructor le dio algunas indicaciones al grupo sobre como remar, tomar la corriente a nuestro favor y como mantener el equilibrio en la tabla; éste último fue el más difícil en lo personal.






El primer obstáculo a superar fue pasar las olas cercanas a la costa, la tabla es de tamaño considerable, como pueden observar en las fotografías, así que es difícil mantenerte en pie con el peso de la tabla, el remo y aparte las olas golpeando. Una vez que pasas esa área viene un nuevo reto; mantener el equilibrio. Aunque estos paseos se hacen muy temprano cuando la marea está tranquila, incluso ese leve movimiento del mar puede parecer un terremoto al intentar remar. Debo aceptar que me caí al agua un par de veces antes de agarrarle el ritmo. Un consejo que les puedo dar es apoyar el remo en la tabla cada que sientas perder el equilibrio.








Después de esos necesarios obstáculos ya todo es disfrutar. Los más experimentados del grupo se adelantaron, otros remaban a mis costados, yo contemplaba la inmensidad del mar y la belleza natural de Mazatlán mientras me alejaba de la costa. Cuando consideré un punto intermedio en la travesía me recosté sobre la tabla para admirar las distintas especies de aves que sobrevolaban y, claro, aproveché para descansar mis brazos del remo.







Al llegar a la Isla Venados, algunos caminaron para explorar los alrededores, otros optaron por kayakear o hacer snorkel, un grupo de chavas incluso hicieron yoga sobre las tablas. La playa semivirgen de esta isla es bastante tranquila, con poco oleaje y fina arena, ideal para la práctica de natación también. Nos quedamos ahí 2 horas.





El regreso me pareció más sencillo aunque la corriente era más fuerte y el área de oleaje que al principio fue difícil cruzar en esta ocasión actúo a mi favor sacándome a la costa sin mucho esfuerzo. No hay nada mejor que iniciar el día con mucha energía, conectándote con la naturaleza y en general pasando un buen momento con tus amigos.



En Mazatlán se realizan estas travesías cada fin de semana con un costo de 250 pesos por personas, sin duda, una experiencia que recomiendo al 100%.









Para más información chequen: https://www.facebook.com/mazatlankayakclub











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